30 de octubre. El pasado 23 de febrero del 2024, el teatro Enrique de la Cuadra en Utrera se llenó de la esencia más pura del flamenco en la esperada "Noche de los FESTEROS", un evento que brilló en la décima edición del Festival Tacón Flamenco. Esta noche, dedicada a lo más auténtico del arte más vivo del flamenco, reunió a artistas con una conexión especial a las raíces del cante y el baile, y que, a través de su espontaneidad y profundidad, hicieron sentir a los presentes.
Con el título "Íntimo y Flamenco", el evento no fue solo un espectáculo, sino una experiencia cercana y envolvente. Remache de Málaga, figura principal de la noche, encarnó el espíritu de los festeros. Su arte, tanto en el cante como en el baile, fue una demostración de auténtica "flamencura", esa naturalidad y estilo inigualable que define a los artistas más genuinos. Su presencia sobre el escenario fue como un puente hacia el pasado, un portal a una época donde el flamenco se vivía y se compartía puertas adentro, en la intimidad.
Acompañando a Remache estuvieron: el
cantaor José Pañero y la jerezana Coral de los Reyes.
Pañero trajo a Utrera los cantes de los puertos de Cádiz, impregnados de la "sal" y el carácter de su tierra, los dejó en el escenario como si se tratara de un tesoro compartido con el público. Su interpretación fue un homenaje a las raíces de su familia.
Por su parte, Coral de los Reyes fue el alma de Jerez sobre las tablas. Con su cante, tan característico, puso a Jerez por bandera. Amplio repertorio de cantes, rematados como se hace en Jerez, por fiesta.
El evento fue un éxito rotundo. El teatro vibró en cada rincón, impregnado de flamenco de raiz, de esa versión del arte que los festeros saben transmitir como nadie. Cada artista aportó su visión genuina y su dominio de la improvisación, esa chispa que hace de una actuación una verdadera fiesta flamenca.
Para quienes tuvieron la suerte de asistir, la "Noche de los FESTEROS" fue un recordatorio de que el flamenco, en su versión más festiva y auténtica, sigue vivo, capaz de conectar a los espectadores con el alma.